jueves, 24 de diciembre de 2009

CRÓNICAS PARISINAS I: 04/12/09


Hace un frío que me cago, y por eso he decidido meterme urgentemente en este sitio al calor de una estufa de alta potencia, la cual no había visto hasta ahora que me he sentado.

París es espectacular, y por ello lo mejor y más inteligente es dar rienda suelta a esa espectacularidad, a dejar que se me meta por los poros. Claro, sigo teniendo mis tonterías, mis miedos, mis rigideces y mis bloqueos. Los mismos que en Madrid, Londres o China. Los mismos que en cualquiera de los sitios en que estaré o he estado, pero comparativamente son más pequeños. Estos puedo tratarlos en otro momento, pero no es para ahora.

Y después de haber cenado y haberme bebido una cerveza paso a explicar París. Estoy deslumbrado (bueno, no tanto, pero sí impresionado) por la elegancia de los hombres. Esta gente tiene algo que hace que se pongan un abrigo y les siente mejor que a nadie. De esto ya me he dado cuenta en el metro y en la calle. No es que sean elegantes; más bien llevan encima la elegancia.

El Arco del Triunfo es majestuoso, imponente. Mi primer encuentro con él ha sido de noche, iluminado, con la Torre Eiffel de fondo también iluminada. El Paseo de los Campos Elíseos tamibén fue espectacular, ataviado con un montón de luces azules colgadas de los árboles, atestado con un montón de gente.

Antes de llegar a la Plaza de la Concordia, cuyo obelisco era devorado por la noria luminosa que había detrás, puestos que vendían crêpes, dulces, lámparas y otros artefactos se extendían en una larguísima hilera a la izquierda, en el centro y a la derecha. El olor a vino caliente me intoxicaba las fosas nasales y hacían de resorte de momentos pasados en que ese olor también estaba.

Y después de esto, el día acabó con intentos más o menos fallidos de pasar un buen rato en “Le Marais”. Mañana será otro día.

CRÓNICAS PARISINAS II: 05/12/09


Después de un buen sueño, ayudado por la química, la pereza me retuvo una horita en la cama. Bajé a comprar comida y me cociné algo. Me hubiera gustado salir antes.

Me planté en Montmartre desde una estación de metro que quedaba un poco retirada de la calle que sube a la iglesia del Sagrado Corazón. Riadas de gente bajaban y subían por la calle desde la que ya se veía la capilla, majestuosa, con el jardín a sus pies. Había que coger el funicular para llegar. Bueno, no era necesario, pero era cómodo.

Esto ya fue ayer. Es increíble ver como me funciona la memoria a largo plazo para las iglesias y catedrales. Quiero decir, lo mal que me funciona, porque me acuerdo de más bien poco. Se respiraba el aire bohemio del que las guías hablan y que las obras de ciertos autores destilan. Eso sí, contaminado por la excesiva afluencia de turistas.

La exposición de Dalí en este mismo barrio fue todo un hallazgo. Es evidente que muchos se han lucrado a gusto explotando al máximo la imaginería dalidiana, y esto es un buen ejemplo. No obstante, me dejé seducir por esas magníficas representaciones de la fluídez del tiempo y demás ocurrencias del artista. Cuando salí de la exposición quise dar un agradable paseo, por lo que tuve que salir de la avalancha de turistas para bajar las calles empinadas de este pintoresco barrio.

Tras un largo paseo acabé en una estación de metro, para ir al Barrio Latino. Caminé a lo largo del bulevar de Saint Michel, en el que vi poco más que tiendas. Ay sí, perdón, también vi La Sorbona por fuera.

Llegué al Panteón, el cual también vi desde fuera ya que era demasiado tarde y no se podía entrar. Torcí a la derecha para adentrarme en el Barrio Latino. No sé si era muy tarde, muy pronto o me desubiqué, ya que en el supuesto Barrio Latino solo había edificios y algún bar a medio gas. Volví a casa, cené, salí y volví a casa otra vez a las cinco de la madrugada. Hasta aquí puedo leer.

CRÓNICAS PARISINAS III: 06/12/09


Y aunque llegué tan tarde, salí de casa incluso antes de lo que salí ayer. Eso sí, un poco más perjudicado.

Hoy es primer domingo de mes, lo cual está bien porque todos los museos nacionales son gratis. Puede parecer el mejor día, si no fuera porque las colas en algunos museos son interminables. Tengo que decir que gracias a esto me he ahorrado unos veinte euros.

Después de haberme calado haciendo cola entré en el Museo de l’Orangerie. Ver “las Ninfeas” de Monet está bien si te gusta la pintura impresionista. Reconozco que esta representación dinámica a la vez que reflexiva la naturaleza tiene su gracia, pero a mí no me acaba de convencer. Y sí, la idea de llenar dos salas con solo cuatro cuadros gigantes en cada una está bien. He comprobado que la mejor forma de verlos era sentarte delante de ellos, en los asientos que hay en el centro, y barrerlos con la mirada de derecha a izquierda (o viceversa), es decir, desde una perspectiva lo más amplia posible. En la planta de abajo, cuadros de Matisse, Cezanne, Modigliani, Picasso y otros artistas. Al final acabé saturado y no me fijé mucho.

Después fui dando un paseo bordeando el Sena hasta llegar al próximo destino: el museo d’Orsay. La cola era monumental. Anunciaron por megafonía que solo admitirían gente hasta las cinco. Eras las cuatro y cuarto. Decidí cambiar de planes.

Llegué hasta la Plaza de la Concordia, y de ahí seguí hasta la Iglesia de la Magdalena, a la cual decidí entrar después de encontrar una pastelería donde compré tres napolitanas de chocolate. Tenía hambre.

La iglesia era imponente. Ayer mencioné algo sobre mis problemas de memoria con las catedrales y las iglesias, pero quizá la Magdalena no entre en el lote. Busqué el acceso a la cúpula, pero no la encontré. Justo cuando llegué habían acabado de celebrar una misa, por lo que me encontré de frente a una riada de turistas.

Salí y cogí el metro hasta el Arco de la Defènse. Una estructura rectangular blanca imponente, que si te sitúas justo al pie de sus escaleras parece que te devora. Me gustó verlo porque me recordó a Jean Michel Jarre y aquel concierto que grabé de la tele hace veinte años, el cual fue justo aquí. Entonces lo escuchaba mucho y me gustó rememorarlo con este arco. Además, la carga simbólica que tiene de ser una puerta de entrada futurista a París. Enfrente del arco, rascacielos y oficinas. Como Canary Wharf en Londres o AZCA en Madrid. Corrijo: AZCA se queda pequeño al lado de esto, pero a mí el estilo me parece el mismo.

Vuelta al centro en metro, decidí que la última parada sería subir al Arco del Triunfo, que además es gratis. La cola era grande pero afortunadamente muy fluída: no tardé más de diez minutos en entrar. Vas subiendo unas escaleras de caracol, después de las cuales acabas un poco cansado. Todo un reto para discapacitados físicos.

Hay una exposición que incluye varios despliegues visuales: uno sobre diversos arcos en Europa, otro sobre la historia de la construcción del Arco del Triunfo, otro que explica sus detalles. Todavía hay que subir más escaleras para salir y ver París.

Y lo que se ve desde arriba es impresionante. Aquí tuve yo mi momento “niña del exorcista” del cual me habló mi amiga, que justo había estado aquí mismo el fin de semana anterior. Yo no sé si esta vista es mejor de día o de noche, pero esta era de noche y era impresionante. Las ocho avenidas se desplegaban justo desde este centro en una perfecta simetría. Y en este centro estaba yo. Para mí los tres puntos clave de referencia eran la Defènse a un lado, la noria de la Concordia justo al lado opuesto, y a un lateral la Torre Eiffel, majestuosa e iluminada.

Después de esto, casa y cena. Iba a quedarme, pero al final me animé y salí a explorar “Le Marais”. No llevaba ninguna intención: simplemente perderme en el encanto de este barrio, y no verlo con ojos hambrientos sino con ojos curiosos. Restaurantes, bares y cafés con magia bohemia y a medio gas. Después me topé con algo inesperado y me entretuve un poco más de lo planeado. Claro. No iba con ojos hambrientos.

CRÓNICAS PARISINAS IV: 07/12/09


Voy escribiendo con un día de retraso. Es decir, hoy estamos a ocho pero todavía no he explicado nada de cómo fue el día de ayer.


Ayer ya empecé a notar los efectos del estrés provocado por la cuenta atrás. Afortunadamente esto no ocurrió al principio del día. Mejor voy por orden.

Hoy tocaba Louvre. Parecía el día perfecto: es lunes, habrá menos turistas, mañana estará cerrado. Bueno, no es que fuera el día perfecto; es que ya era el único que había.

No me considero un apasionado de los museos ni del arte, pero a veces encuentro cosas que me deslumbran. Y eso fue lo que me ocurrió en el Louvre.

Impresionante Magnífico. Colosal. Nunca había visto tanta belleza artística junta. Hace falta ser de piedra para que esto no te impresione. Primero de todo, cogí un mapa y pregunté por lo más esencial. Después me di cuenta de que fue una buena idea, no tanto para no perderse la Mona Lisa o la Venus de Milo, sino porque el recorrido de una a otra pieza destacable te permite tener una visión general del museo. Además, necesitaba autodirigirme un poco ya que la entrada fue realmente impactante. El impacto por tanta grandeza era tal que me costó recuperarme.

Tres horas de arte mesopotámico, griego, medieval, neoclásico, apartamentos de Napoleón III. Suficiente. Salí del museo poco antes de que lo cerraran y me encaminé al Centro de Arte Moderno Pompidu. Y cuando llegué, sorpresa: me lo encontré cerrado.

Huelga. Ya vi una manifestación en el Louvre. No fuera, dentro del Louvre. Me sorprendió tanto que decidí grabarla en vídeo. De todas formas, es curioso pensar como la arquitectura del museo, que separa un amplísimo vestíbulo de entrada con dos plantas y escaleras mecánicas de las obras de arte, hacía que el barullo de la manifestación no se entremezclara con lo que hay dentro. Pero me he desviado: estábamos en que llegué al Pompidu y me lo encontré cerrado, lleno de carteles reivindicativos pegados a los cristales de las entradas.

Después de mi intento frustrado de ver arte contemporáneo, una cerveza en “Le Marais”, paseo por el Sena bajo la lluvia y casa. Mañana será otro día.

CRÓNICAS PARISINAS V: 08/12/09


Hoy es el último día. Hay que aprovecharlo al máximo. La sensación de agobio provocada por la cuenta atrás amenazaba. Aunque en algunos momentos me dejé llevar por ella, también es verdad que tuve otros en que la ignoré por completo.


El museo de Orsay quedaba pendiente. Menos mal que esta vez la huelga tuvo un efecto positivo, ya que gracias a ella entramos gratis. El museo había sido una estación de tren en tiempos, que fue reconvertida e inaugurada como museo en los ochenta. Es interesante descubrir los rastros de la estación, tanto dentro como fuera.

Más de dos horas estuve enganchado a todo lo que había ahí dentro, especialmente a la exposición temporal de Art Nouveau. Me gusta como el principio de esta exposición mira a Dalí a través de sus fotografías y a Barcelona a través de Gaudí, para acabar incluyendo de forma creo que exhaustiva representaciones populares en forma de carteles de conciertos y películas, portadas de discos, y diversos productos de mercado.

Después decidí ir en tren hasta la Catedral de Notre Dame. Entré, di una vuelta y salí. Me vi en una absurda encrucijada: ¿qué debo hacer para aprovechar más el tiempo? Después de descartar la idea de ir a la casa de Victor Hugo, decidí dar un paseo por Montparnasse, ya que lo tenía al lado. Caminé bordeando el Sena por el lado de la Isla de la Ciudad, crucé el Puente Nuevo y ahí acabé, en Montparnasse y sus deliciosas callejuelas que flanquean el río.

Mi siguiente parada fue la librería Shakespeare & Co., que se parece al Louvre en el sentido que no sabes si dejarte impresionar más por el continente o el contenido. Una librería con solera, fundada hace ya unas cuantas décadas en un local que creo que en tiempos había sido una bodega. Libros apilados y amontonados, sin esa pulcritud de ls librerías modernas que los hace aún si cabe más interesantes. Orden y desorden se complementaban perfectamente en esta librería de madera antigua y confortable.

Subí unas escaleras. En la planta de arribla unos carteles invitan a los visitantes a quedarse un rato a leer o incluso a escribir a máquina. La máquina era una preciosa Underwood que estaba dentro de una cabinita. Me quedé un rato sentado, escribiendo a mano, en un espacio de esta planta. Al salir crucé la máquina de escibir y no pude resistirme: me senté frente a ella, arranqué una hoja de la libreta, la enrollé y me puse a teclear. Y lo que salió fue esto:

“No quiero desaprovechar la oportunidad de volver a escribir a máquina tal como lo hacía cuando era niño. Y la mía era más moderna, pero no era una Underwood modelo año vaya usted a saber. Es cierto: cuanto más crezco más bonitas son mis herramientas. Quiero decir, las herramientas que utilizo.”

Después de una hora embelesado en esta librería decidí ir a la búsqueda de algo que dos días antes quizá había perdido. Revisité Montparnasse y el Barrio Latino para ver si tenía más luz y color que la anterior vez que estuve. Debo reconocer que esta vez el paseo fue más delicioso puesto que decidí perderme un poco y dejarme llevar. Bordeé La Sorbona, imponente, majestuosa. Cuanto saber blindado ahí dentro. Después entré en en un elegante snack bar para beber una cerveza y comer algo. Bien. Aún tenía un par de cosas pendientes.

Fui andando hasta la estación de tren de Notre Dame para dirigirme a la Torre Eiffel, a la cual subiría después del paseo en barco por el Sena. El barco cargaba muy cerca de la torre, y dio un viaje de menos sde una hora. Lo bueno de esto es que te da una idea global de lo que es la ciudad en solo una hora, y además hay una audición que te va contando cosas. Lo menos bueno es que estás ahí metido en tu burbuja de turista, resguardado del frío y la lluvia, vislumbrando, a veces intuyendo la belleza de la ciudad desde ahí abajo, pero sin llegar a alcanzarla a pie de calle. También es verdad que el día había sido demasiado largo y yo ya estaba bastante cansado.

Salí del barco y me apresuré para llevar a cabo la culminación del viaje: lo más alto de la Torre Eiffel. La subida fue demasiado larga teniendo en cuenta que no había mucha gente, ya que eran más de las diez de la noche y estaba lloviendo un poco. La sensación de estar enjaulado en esa estructura de hierro, mientras subía y bajaba por los ascensores, fue curiosa. Tengo que decir que las vistas dessde arriba del todo, aun siendo espectaculares, se me diluían en mi cansancio. Fue la misma sensación de estar en una vitrina de cristal, la misma que la del paseo en barco.

Y eso ha sido mi viaje, mi descubrimiento de esta ciudad tan fascinante. Un descubrimiento hecho a golpe de guía y de cámara de fotos, más con los ojos de un turista que los de un visitante. Creo que la vida de una ciudad se descubre mejor de la mano de un lugareño. No obstante, es agradable explorar una ciudad como París, aunque sea sólo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

MI MUNDO


Mi mundo es grande. Es tan grande que cabe de todo: cabe tu sonrisa, mi deseo, los recuerdos, el chocolate, tu guiño y tu sonrisa, su entrada por la puerta de atrás, mi dedicación a vosotros, vuestra atención, mis sueños, mi lugar que está a punto de llegar, mi superación, la diversión. Todo.


Esta lista es limitada. Me he quedado corto. Es solo para dar una idea. Lo que quiero decir es que mi mundo es tan grande que no te necesito. Te dedico unos minutos, unas horas, como mucho unos días de mi sentimiento, pero después yo te doy la espalda y tu miras hacia abajo. Hasta la próxima.

Puede que esto me falle. Puede que tu imagen se quede anclada a la base de mi cerebro. Puede que siga oyendo tu voz y que, a pesar de haber partido, tú aún estés aquí. Pero mi mundo sigue siendo grande.

martes, 15 de septiembre de 2009

LISBOA


Me sale Amália Rodrigues en mi i-pod y evoco. Evoco aquellos edificios que forman interminables hileras, pegados, gastados por el tiempo pero manteniendo su elegancia y buen gusto. A pesar de su vejez, resisten el paso del tiempo, impertérritos, humildes pero orgullosos. Evoco aquel tranvía de color amarillo pálido que sube y baja, y sube y baja. Evoco aquellas calles empinadas con olor a viejo
pero respetables. Evoco aquellos miradores: algunos muestran orgullosos
la ciudad, otros asoman al Atlántico con gran descaro. También evoco las calzadas, algunas decoradas y otras desgastadas. Por último, evoco la educación, la elegancia, las formas, el respeto de sus gentes. Su humildad y su grandeza.

Tan cerca, tan grande y sin embargo tan desconocida. Qué ignorantes somos.













MI CABEZA


Mi cabeza es como un cajón de madera, abierto por arriba, en el que hay un pequeño jardín plantado. En mi jardín hay de todo. Podemos distinguir dos grupos: el primero, en el que tengo rastrojo, cardos, cactus y enredaderas. También está el segundo grupo, formado por geranios, petunias, lirios, rosales y jazmines. Todo es orgánico; si quiero que crezca no tengo más que regarlo.

A veces riego el primer grupo de plantas y me olvido de regar el segundo. Pero de vez en cuando también riego el segundo grupo, y al primero no le hago demasiado caso.

¿QUÉ PASA?


Matando la creatividad. Tapando todo resquicio por donde la luz se cuele. No dejes la ventana muy abierta porque si no puedes coger frío.

¿Alguna vez te han dicho que cuando miras así de reojo a alguien es posible que vuestras miradas se enganchen? ¿Sabes que cuando te crees el producto lo vendes estupendamente? ¿Qué pasa cuando dos personas se encuentran, se gustan y se separan?

Creo una pérdida de tiempo y de energía plantearse esto último, aunque sé que los plátanos están esta semana de oferta en el Día. Medio euro el kilo.

domingo, 13 de septiembre de 2009

¿ME HAN METIDO GARRAFÓN?

Domingo al mediodía, recién levantado. Sólo tres horas mal dormidas. Me despierto con una molestia en el estómago que, menos mal, un té y unas galletas lo alivian bastante. Así que solo es eso. Ni gastroenteritis ni ollas varias.

Yo no sé si esto es porque el segundo gin tonic que me bebí ayer era garrafón, porque el primero me sentó estupendamente. Después la noche siguió, y seguí tirando de oca a oca. O también puede ser que una cierta sensación de asco me haya cogido al estómago. Sensación de asco que me produjo el último lugar en el que estuve, de las 5 a las 8 de la mañana. Lugar que, por otro lado, era adictivo y tenía su interés. Su gran interés. Pero al final no me quedé totalmente satisfecho, y según pasaba el tiempo las posibilidades de encontrar a alguien que pudiera quitarme este picor del todo iba disminuyendo. Los cuerpos no rinden igual.

Quizá este lugar era un poco como el garrafón, que no se ve porque está disuelto y escondido por los componentes del refresco, pero luego lo notas. Te lo tomas porque te apetece, pero después te das cuenta de que quizá no ha valido la pena.


miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿ME HE ENAMORAO?


Puede que esta vez me haya enamorado, y lo digo totalmente en serio. No sé si lo estoy flipando, pero no me puedo quitar de la cabeza esa corrala reformada tan estupenda, ese piso tan nuevecito y tan iluminado, que encima creo que me hace el apaño en cuanto espacio.


¿Puede ser que todo esto esté ocurriendo tan rápido? ¿Es posible que la búsqueda no sea tan larga y tortuosa ("The Long and Winding Road", como decían Los Beatles)? Lo consultaré con la almohada y con todo el mundo, para al final hacer lo de siempre: lo que me dé la gana.

jueves, 3 de septiembre de 2009

HOMBRE SOLTERO BUSCA PISO


Algunos ya sabéis que este es el punto en el que me encuentro ahora. Yo no sé si existe o me lo he inventado, pero últimamente vengo utilizando el término "flat-hunting".

Hoy he visto dos pedazo de maravillas que en cuanto las he visto se me han caído las lágrimas. Hay quien dice que esto de buscar piso es como enamorarse. Bueno, pues hoy me ha pasado. Además con los dos.

Es de coña, os estoy vacilando. No estaban mal, pero desde luego me falta muchísimo por ver. Esto no ha hecho más que empezar. Lo que sí tengo es muchas ganas de que lo que os cuento arriba sea real, espero que en no mucho tiempo. Pero también sé que me va hacer falta una buena dosis de paciencia.

martes, 1 de septiembre de 2009

REENCUENTROS


Hoy ha sido mi primer día de trabajo y me lo he pasado estupendamente. No, no me he vuelto tarado de repente, soy tan poco inteligente como siempre. Todo el mundo amargado por el síndrome post-vacacional. Pues yo no. ¿Tú sí? Te jodes.

Ha sido alucinante ver como de los veinte alumnos que esperábamos no se ha presentado nadie. NADIE. Increíble. Bueno, sí, mi compi ha hecho un exámen oral. Y ya está. Eso ha sido todo. El resto del tiempo nos lo hemos pasado en la cafetería, reencontrándonos, recordándonos como éramos antes de las vacaciones. Y ha habido momentos estupendos.

Encima tengo la suerte de trabajar con una gente estupenda, cada cual en su estilo. No voy a entrar en detalles porque me da bastante vergüenza. De hecho ya he entrado pero he releído y he borrado.

La tarde ha dado para mucho. Confesiones, cachondeos, encaprichamientos, preocupaciones, líneas del tiempo, vaciles, enamoramientos, pistas, contradicciones. Va por tí, Laura:


Do I contradict myself?
Very well then....I contradict myself;
I am large....I contain multitudes

(Walt Whitman)

Por cierto, no tiene nada que ver, pero aprovecho la misma entrada para poner el link a una canción con la que últimamente estoy completamente obsesionado. En realidad estoy obsesionado con el último disco de The Killers, casi no escucho otra cosa. Fijáos que el tipo no suelta ni una sola pluma durante todo el vídeo:


Sí, a veces soy un poco "spaceman".

lunes, 31 de agosto de 2009

STOCK AITKEN AND WATERMAN


Gracias lorkiano por haberme inspirado de esta forma tan indirecta. Ni siquiera tenía ni idea que Hidrogenesse habían sacado nuevo álbum de remezclas, pero ahí está, en tu blog, bien a la vista. Como no verlo.

Y es que me ha venido estupendamente porque llevo ya casi una hora trasteando aquí y allá, abriendo, cerrando, buscando la forma de colgar una jodida imagen en este mi blog en la cabecera. Ni más ni menos. Expertos bloggeros, riánse ustedes de mí.

Y lorkiano, se me ha ocurrido meterme en tu blog para ver si a lo mejor ahí estaba la solución. Ignorancia e ingenuidad dándose a mano, que de hecho son dos palabras que se parecen bastante y por algo será.

Y además de la imagen, quería aportar algo de texto porque tengo este mi blog un poquillo 'apolillao' y me apetecía darle un poco de vidilla. Aunque francamente no tenía ni puta idea de lo que escribir.

Y por eso, lorkiano, te doy las gracias porque en tu blog no he visto la solución a lo de la imagen pero sí a lo del texto. Stock, Aitken & Waterman han sido la gran aparición estelar de la noche. El resorte de una serie de recuerdos musicales que me producen una risa socarrona que te cagas.

Stock Aitken & Waterman fueron los amos de los ochenta. La de pasta que habrán generado. Hace falta tener morro y habilidad para vender el mismo producto con caras y discos distintos. Lo de Jarabe de Palo o Bon Jovi ya me hace gracia; es el arte de hacer una misma canción de mil formas distintas y llamarlo 'carrera discográfica'. Pero es que estos tíos iban más allá. Extender la autocopia a diferentes grupos y cantantes francamente me parece la hostia.

Venga, haced memoria. Rick Astley. Big Fun. Jason Donovan. Kylie Minogue (antes de reinventarse, con esa pinta de pánfila, recién salida de Australia con un koala en un brazo y un canguro en el otro). Bananarama. Sonia. Samantha Fox. Voy a echar un vistazo al youtube, porque fijo que alguno se me está olvidando.

No puede ser. Me he acordado de todos. Estoy más enfermo de lo que creía.

Bueno, Rick Astley. Con su inconfundible traje negro y esa pinta de galán de chichinabo. Las tías decían que eran guapo. A mí particularmente nunca me lo pareció.

Mira, iba a escribir de todos y cada uno de los que he citado arriba pero es que me parece absurdo, porque musicalmente eran exactamente lo mismo. Y escribir sobre su look no me apetece. Me parece una chorrada. Vamos, que no me sale de los huevos. Así es que voy a ir poniendo retazos de letras suyas que me vayan viniendo así, a cascoporro, y a ver si la inspiración me va saliendo a partir de ellas. Nunca se sabe.

It's crazy but it's true. I only wanna be with you. No hace falta tener un buen par de tetas para cantar esto, pero ella las tenía. Qué pena, para acabar presentando un reality de un bar en un canal británico.

Never gonna give you up. Never gonna let you down. Never gonna run and run, and hurt you. Un momento. ¿Correr y correr y luego herirte? Será al revés, ¿no?

Too many broken hearts in the world. There's too many dreams can be broken in two. So I won't give up the fight for you. Yo creo que estos tenían una plantilla con letras y venga, a cascoporro. Que los sueños se partan en dos me parece incluso bien, porque así ya hay más de un sueño. Vamos, que no le veo la tragedia. Y además, ¿eso es motivo para luchar por alguien?

Y con las demás no me voy a meter porque me caen mejor. Lo que está claro es que la década de los ochenta transcurrió al ritmo de estas canciones, te guste o no. Son lentejas.

CIELO


‘Cielo es un lugar donde nunca pasa nada’. Curioso concepto de lo que puede haber por ahí arriba. Como si la que canta esto hubiera estado por allí dando un paseo. En fin, la imaginación al poder.

‘Cielo es un lugar donde nunca pasa nada’. ¿Y si es así, qué puede hacerlo tan fuerte y tan excitante? Empieza, sigue y acaba. Y ya está. Aquí no ha pasado nada. Pues eso será el cielo.

‘Cielo es un lugar donde nunca pasa nada’. Y mientras tú te paseas por las nubes yo miro hacia arriba, entorno los ojos y te veo. Sí, es verdad, no te rías. Si tú supieras lo que soy capaz de hacer...

‘Cielo es un lugar donde nunca pasa nada’. Ya está. Ya ha pasado. Se ha acabado.

CAETANO


La magia de la madrugada, ambientada de música de fondo por Caetano Veloso. A veces me gusta imaginar la vida como una bossanova brasileña, llena de sensualidad, emoción y sensaciones agradables. Capturar esos momentos, meterlos en un frasco y abrilo en aquellos momentos críticos. Pero no, no todo siempre es así.


A veces la banda sonora es una camara de cuerdas absolutamente desafinadas, con un cierto encanto pero incapaces de ponerse de acuerdo, de ir al unísono, de crear una sola e inequívoca armonía que deleíte al oído. Lo bueno de esa cámara es que no altera en exceso, pero es una sensación de fondo un poco molesta, de esas que te gustaría que vinieran con un interruptor para poder darlo al ‘off’. Otras veces es un ‘bakalao’ con ritmo frenético que te golpea los oídos, que te marca el ritmo, que te obliga ir con la misma aceleración. Eso es horrible. Cuando las situaciones te envuelven de tal forma que tu cabeza ni siquiera cuenta con la lucidez suficiente como para parar y respirar hondo. Ya no es la cabeza. Es que uno está arrastrado de tal forma que ni si quiera se lo puede permitir.

‘Eleanor Rigby’ reinventada por Veloso. Me gusta. Creo que los Beatles me emocionaban más, con ese aire tan barroco y esa excelencia tan británica. Voilà. Esa sí se que era una cámara de cuerdas bien afinada y bien al unísono. Pero Veloso la da otro aire. Aunque la letra es la misma y sigue hablando de la soledad, porque probablemente ‘Eleanor Rigby’ es de las mejores canciones acerca de la soledad jamás escritas, la canción tiene otro aire. La soledad envuelta de sensualidad no es tan tremenda, parece que se digiere mejor. Los Beatles hicieron una versión exacta, precisa, barroca, emocionante y a la vez fría, muy fría. Veloso coge esa soledad y la desliza entre sus cuerdas, y te envuelve, y te hace pensar ‘vale, estoy sólo, ¿y qué?’

‘Para nadie’. Así se llama la canción que ahora versionea Caetano. Parece que al hombre le gustaban los Beatles. No era amor, era añoranza. Francamente no me veo en condiciones de hablar de pareja y tal. Es algo en lo que ahora no estoy en absoluto interesado. En fin, ya vendrán otros tiempos. De cualquier forma, estos no están nada mal.

SHOWER SCENE (tengo noticias de Notting Hill)


Cuando escucho esta canción siempre se me antoja imaginarme un videoclip en blanco y negro. Suburbio de Londres. Está lloviendo. Ella va con un abrigo gris largo, corriendo, desesperada, gritando su nombre, a su encuentro. Él está resguardado en un soportal, pero no hace nada. Ella también puede estar resguardada, pero desde luego en mi cabeza no aparece ninguna imagen en la cual estén los dos juntos. Lo que está claro es que se buscan desesperadamente, es todo gris, llueve y es un suburbio de Londres.


A veces tengo la sensación de haber estado en sitios sin haber estado. Es decir, me vienen flashbacks, o cosas que me evocan algo que podía haber existido o me podía haber ocurrido. Estoy completamente seguro de haber estado en alguno de estos suburbios. Esto es más que probable, ya que he estado en Londres varias veces. Lo que está claro es que no lo he vivido de esta forma, o a lo mejor no llovía. Definitivamente, ese suburbio de Londres que es telón de fondo cada vez que escucho esta canción es producto de mi imaginación, o inspiración.

Y además ese comienzo. Esa entonación tan elegante y tan distinguida. Esa excelencia tan británica que tanto me gusta. I have news, good news from Notting Hill. The consignment of white gold has arrived from Mr Anderson. Claro, de Notting Hill. De dónde, si no.

It was in that suburb where you desperately were calling my name. I kept on telling you ‘Call my name’. I insisted. So you did. But you never found me because I was never there.

WEDDING BODA


Yesterday I was the best man in a wedding. It was an English-Spanish ceremony so here I will try to report it in English-Spanish also. See what happens.


It’s funny to see how feelings arise, just when you do not expect them. You sit perfectly still on the front row, paying attention to everything which is going on because you have your part and you want to play it well. But when you do not focus on those tiny details and the only thing you do is being there then it comes. Hi emotion.

It’s also funny to see how somebody assigns you a role which you think is too much. I have to say that I felt quite reluctant at the beginning. I seriously considered the possibility to say ‘no thanks’. But then I gave it a second thought. Well, to be honest
it wasn’t an only second though, it was more like ‘a lot of second thoughts’. Whatever, I finally made it and I quite enjoyed it.

Me resulta curioso ver como la gente se comporta en este tipo de ceremonias. Sí es verdad que en concreto ésta resultó ser peculiar por bastantes motivos. Primero, un rito bautista no es el tipo de cosa a la que yo esté acostumbrado. Pero lo más fuerte de todo es que no me tocó hacer de espectador, sino de partícipe en primera línea. De lo cual como ya he dicho me alegro.

Segundo, que alguien con quien has tenido un contacto a media distancia te proponga ser partícipe tan directo. Yo siempre le he apreciado y me ha parecido un buen tío, pero francamente hay gente con la que me he sentido más cercano. Por los motivos que sean, que ni los sé ni me importan, decidieron concederme ese privilegio, lo cual yo al final les agradecí casi entre lágrimas. Gracias.

Podría analizar, razonar, diseccionar, cuestionar, rebatir una serie de cuestiones concernientes acerca de esta religión, o de las religiones, o de porqué se han casado, o de porqué no beben alcohol, o de porqué han decidido seguir éste camino, o de hasta qué punto es todo por propia voluntad. No voy a mentir, de todo esto ya hablé con mi amiga. No voy a hacer aquí una tribulación al respecto.

La respuesta está en el Corintios 13 que me tocó leer. Amor. Y aquí el amor se palpaba, transpiraba, traspasaba los límites impuestos por la diferencia de credo. Y si todo esto me ha servido para acortar distancias con dos personas de corazón tan puro, y si todo esto me ha valido para ablandarme, para abrir una ventana, para acercarme a mí y a los míos, que así sea. Amen.

A VECES


A veces me veo pequeño en un mundo de mayores
A veces te miro a la cara y no sé que decirte
A veces me pasa algo y no sé bien qué es
A veces lo veo todo grande y yo me veo incapaz
A veces no tengo brazos para poder abarcarlo todo
A veces me faltan pulmones para poder tomar bien el aire
A veces estoy contigo y no sé que hacer
A veces dudo tanto que doy vueltas en mi duda
A veces me veo como en un carrusel en tonos grises
A veces miro hacia delante pero no hay nada que ilumine
A veces me miro al ombligo y no levanto la cabeza
A veces me lío en mi duda y no sé como salir
A veces tengo una ecuación y no sé como despejarla
A veces te digo ‘hola’ pero no me respondes
Pero
también a veces
también a veces me desdoblo, me miro y digo
Qué absurdo

UUUUUUH QUE CRISI

Me parto el culo. Una señora mayor le dice a otra "mu mal hija, mu mal. Esta todo fatal porque dicen que si los transportistas en huelga que le piden a Zapatero lo del combustible y que vas al Mercadona y no hay ná. Verda usté?" Y la otra le responde:
UUUUUUH QUE CRISI

Pozí. Nos vamos a cagar. Todo empezará un buen día de otoño en el que el cielo estará encapotado. Yo giraré la cabeza desde mi cama y pensaré vaya mierda de día que pinta tiene de llover. Tú a mi lado, tu brazo extendido en mi pecho, después de haber hecho el amor unas cuantas veces. Te acercarás lentamente a mi oído para decirme:
UUUUUUH QUE CRISI

¿A qué sabe? ¿A qué huele? ¿Puedes reconocerla? ¿Cuántos días hacen falta para que acabe? ¿Van a llegar a algún acuerdo? ¿Se puede aguantar por el momento? ¿Vamos a mejorar? ¿Cuánto puede durar? ¿Estás de coña? ¿Cuál es la diferencia entre un coche negro y un coche azul? ¿Cuánto puedes pagar por un litro de combustible? Vale, te respondo:
UUUUUUH QUE CRISI

EL AÑO DE LAS EMOCIONES

Hoy ha sido un día en el que he pasado por unas cuantas emociones, no intensas pero sí varíadas. He pasado de la tranquilidad a la ligera preocupación, después a la despreocupación, posteriormente al arrepentimiento, a continuación al autocastigo, y de aquí al cabreo, y luego al ánimo, y más adelante a la ebriedad en su punto justo, después a la risa, y finalmente a la molestia.

Hoy he actuado. Muchas personas, las que me aprecian y las que me quieren, han ido a verme. Les he agradecido enormemente su presencia. Ver a tantas personas juntas, con cada cual un vínculo distinto pero todas ellas especiales, me ha resultado muy agradable. He tenido la emoción de una ruptura latente y ya difuminada por el tiempo, la devoción de unos recién casados, la ternura de la que siempre ha estado conmigo, la simpatía y reconocimiento de las que iban con ella, la vitalidad y la corrección de alguien que es presente, la amabilidad y el candor de una vieja amiga y compañera a media distancia. Todas ellas fueron a verme, expectantes, a ver como era aquello, a ver como me iba a salir. Algunas de ellas incluso venían de un poco lejos.

Creo que casi todas lo han disfrutado. Y a mí me han honrado con su presencia. Gracias.
Y de lo demás no voy a hablar. Por un momento, aunque solo sea por un momento, voy a meter "lo demás" en un cofre de madera, lo voy a echar al mar y ahí se va a quedar sepultado. Y me tragaré la llave.

NO SÉ QUE TÍTULO TIENE ESTO


Cosas, muchas cosas. El orgullo del sábado. Marrakech a finales. Alicante y buceo a mediados. Visita en Agosto. Todo bueno. Todo ilusionado.

Y decido poner banda sonora a este momento de jolgorio y alegria. “Masaje” de Astrud. “Acaba de una vez conmigo”. Evidentemente no hay una correspondencia entre lo que escucho y lo que estoy viviendo. Pero da igual. Todo cabe.

Ves, “Todo nos parece una mierda” ya me supera. La voy a saltar porque por muy ecléctico que quiera ser uno esto ahora no me vale.

“Todo da lo mismo”. Me he saltado unas diez canciones, pero da lo mismo. Ya lo dicen. Todo da lo mismo. Es una buena forma de cerrar diez cortes de mala leche, de pesimismo, de ira, de furia, de miedo, de desazón, de terror, de histrionismo, de caricatura. Porque al final, todo da lo mismo.

Y porque al margen de lo que el cantante verbaliza en la canción, la melodía de fondo es un arco iris que se extiende en un cielo azul y amplio, y pájaros que vuelan hacia una dirección porque saben adónde van.

MARRAKESCH


En un lugar al norte de África, con sus habitantes de piel morena, que te miran y pretenden extraerte. No sé que hora es. Alrededor de la una. Aquí nos encontramos, en la burbuja de la piscina del hotel.

Aquí no hay miseria.
Aquí no huele mal.
Aquí nadie se quiere aprovechar.
Aquí no hay tiendas.
Aquí no hay zocos.
Aquí no hay tiendas.
Aquí no hay árabes.
Aquí no hay mierda.

Estoy de vacaciones. Podría dar detalles minuciosos de lo que hemos visto esta mañana, pero como supongo que esto irá al blog en el que puedo incluir fotografías es mejor que lo veáis.

He pasado de la fascinación al miedo, paulatinamente pero en un breve espacio de tiempo. No se puede ser occidental y no parecerlo. No se puede hablar con la gente y ponerte el escudo. No se puede pasarlo bien y desconfiar. No se puede ser turista y que no se note. No se puede disfrutar en vacaciones y estar en todo. No se puede.

Bien. Y después de esta lista de dilemas, conflictos, contradicciones y demás tonterías, ¿qué hago? Estoy en Marrakech. Estoy de vacaciones. He venido advertido por voces de alerta, que quizá me han sobrepasado. No se puede estar refractante y conectar. Es imposible.

Disfruta y pásalo bien. Y si quieren que se aprovechen un poco de mí. Esto no es Europa.

Que se aprovechen de mí. No es personal. No van en contra mía. No van a hacer daño. Yo vivo de mis alumnos, ellos viven del turista. Así de simple.

IBIZA

Luz. Color. Calor. Esto es Ibiza.

Altas horas de la madrugada. Una vez más evocamos el eslogan. Así es esta isla. Gente viene. Gente va. Gente fuma. Gente descansa. Gente de fiesta. Gente drogada. Gente tranquila. Gente desnuda. Gente dormida. Gente en todos los lados.

Altas horas de la madrugada. Sentado en el escalón, con una brisa que alivia la piel pegajosa provocada por el calor del día. Ibiza no sienta bien a la piel. Se me olvidó el limpiador.

Altas horas de la madrugada. Sentado en el escalón, procurando sacar algo bueno de su fiesta. Yo ya tuve la mía. Acabo de darme cuenta de que todo esto tiene algo de sinsentido. Es imposible tomarte la sopa caliente si antes no la metes en el microondas. Al menos yo no puedo. Todos los pavos con sus plumas bien desplegadas, y entre ellos se entienden. Yo no soy pavo.

Luz. Color. Calor. Esto es Ibiza. Acabo de darme cuenta de que todo esto tiene algo de sinsentido. No obstante, su fiesta es un buen pretexto para explotar al máximo mis posibilidades. Algo bueno tiene que tener. Ellos se ríen y ellos no. Vale.

Sentado en un escalón, horas aún más altas de la madrugada. Me iría a dormir pero no parece oportuno. Acabo de darme cuenta de que todo esto tiene algo de sinsentido. Tanto sentido tienen que ellos fumen como que yo duerma. Nos apetece. No hay más. Tan oportuno es que ellos fumen como que yo duerma.

Luz. Color. Calor. Esto es Ibiza. Ellos fuman. Yo a ver si duermo.

YO LEÍ A WALT WHITMAN


Existe un miedo.
Vamos a encararlo, vamos a analizarlo, vamos a sopesarlo, vamos a diseccionarlo, vamos a encuadrarlo, vamos a valorarlo.
No me quiero poner catastrofista pero podría pasar lo peor y qué ocurre si las consecuencias son tan terribles tan terribles tan terribles que no...
que no
¿que no?
!que no!

Mola tener herramientas
Sobre todo si sabes usarlas.

¿Alguna vez has tenido una llave inglesa muerta de la risa en el cajón de tu casa? ¿Y un destornillador? ¿Es que no te acordabas de que estaban allí? ¿O es que, por el contrario, el desperfecto era tan grande que te hacía perder perspectiva? ¿El desperfecto era tan grande que te comía, te engullía, te hundía en los más profundo de tus miserias? ¿Tan grande tan grande tan grande que te separaste de tu mujer, te quitaron la tutela de tus hijos, te quitaron la casa y ahora estás viviendo debajo de un puente entre cartones y porquería?
Seguro que no.

Así que ya sabes.
Vete, infórmate, usa la cabeza y decide.
Actúa
Acciona
Haz como Walt Whitman que en sus largas letanías se erigió como el poeta de la tierra nueva,
la tierra prometida,
las hojas de hierba,
el poeta del cuerpo y el poeta del alma.
Oh Walt Whitman
Tú que recorrías raudo y veloz sobre tus versos montados, intrincados, a veces confusos
Tú que te permitías el lujo de mezclar la libertad con la democracia con las hojas de hierba con tus hombres desnudos con tus prostitutas
Tú que te erigiste o te erigieron como la voz, el poeta de los que habían cruzado el atlántico
Yo no soy Walt Whitman, yo no tengo su barba, no tengo su ingenio, no tengo su dominio de la palabra ni del verso
Yo no conozco a prostitutas ni vivo en contacto con la naturaleza ni hago cantos a la democracia
Yo no soy lo bastante digno o adecuado o idóneo para mezclar temas y versos y palabras con tu mismo ingenio y maestría
Pero aquí en mi blog, porque tú no tenías blog, me permito la licencia de recordarte Y de imitarte y de acabar así cuando la inspiración original de esta entrada era mi miedo.Roguemos al señor. Te rogamos, óyenos.

MODELS


"Pretty little girl is climbing to the top
Her ageing takes her down, down, down"

Cindy Crawford. Claudia Schiffer. Elle McPherson. Kate Moss. No, I don't mean these models. They are vanity. They are arrogant. They are sly. They are image. They are plastic. They are a fake. They are not flesh and bones. Light and glamour blurred by smoke and perversity.

I mean the real models, those ones who are supposed to be imitated or used as source of inspiration by those ones who still have too much to learn. Sorry I'm struggling with English, so I'll switch into Spanish. See if it works better.

Ayer me encontré con alguien que me sirvió de modelo. En mi obsesión por la excelencia y por querer ser el mejor comprendí que no era casualidad haberme encontrado con este hombre. De vez en cuando es preciso estar en el otro lado para ver a quien tienes en frente y para poder verte a ti. Con lo bueno. Con lo malo. Con lo regular.

Creo que lo he explicado bastante mal. En realidad no es alguien que me sirvió de modelo, si no que a día de hoy todavía debería seguir valiéndome de modelo. Por su comprensión. Por su amabilidad. Por su paciencia. Por su humildad. Por su pedagogía. Y yo que no tengo nada de esto y todavía me queda un largo camino por recorrer, debería aplicarme el cuento.

Pero es que siempre hay algo. Siempre hay algún pero. Siempre hay algún motivo. Siempre hay alguna preocupación. Siempre hay algo en que mi cabeza está más ocupada. Siempre hay alguna tontería.

¿Tienes algo suelto?

QUIERO

Reivindico la posibilidad de ser un idealista, de clamar al cielo vitalidad y optimismo.
Quiero apostar por el poder para crecer, y crear, e iluminar a los demás con una sonrisa.
Me veo en la obligación de recordarme que puedo ser como un mago que saca de la chistera conejos, y flores, y estrellas, y luces.
Tengo que decirte que todavía puedo desprender un olor a jazmín, y otro a azahar, y otro a madreselva, y otro a mar.
Y sí, es cierto, hoy te he sido hostil en algún momento.
Pero no me quiero rendir, no quiero ceder a esta pesadumbre que a veces se me cuela dentro y me pinza las entrañas.
Quiero seguir jugando a este debate, este dilema, reconocer lo bueno cuando es bueno y lo menos bueno cuando es malo.
Y acercarme a tu oido cuando estás intranquilo, y si lo necesitas darte palabras de ánimo.
Y recordarte lo humano que eres siempre, y lo divino que eres algunas veces.
Y decirte que tú también
tienes derechoa equivocarte.

¿DE QUÉ CRISIS ESTAMOS HABLANDO?


Bueno, a ver, os voy a decir una cosa. Creo que nos estamos confundiendo con esto de la crisis. Sí es verdad que estamos atravesando una crisis económica de la hostia, también hay que decir que alimentada por los medios de comunicación, pero no vamos ahora a cuestionar su veracidad y su alarma social muchas veces exagerada porque esto sería harina de otro costal.

Creo que las intervenciones de Zapatero y Rajoy en este orden es de lo más curioso que he visto últimamente en la tele. Una amiga mía una vez me dijo que esta gente va a dejar el país hecho una puta mierda. Y ojalá se equivoque, pero tiene pinta de que no. Me ha encantado ver como ZP anunciaba a bombo y platillo una inversión millonaria para que los ayuntamientos lleven a cabo obras públicas, como remedio a las altísimas cifras del desempleo. ¿Cómo puedes decir ante la opinión pública que la solución es dejar tiesas las arcas del estado? ¿Realmente son necesarias esas obras públicas? ¿Y qué va a pasar cuando se acaben? ¿Qué sentido tiene estar contratado dos, tres, o seis meses si luego vas a pasar e engrosar las listas del paro? Yo no tengo ni puñetera idea de estas cosas, pero es una solución que se me queda coja por muchas partes.
Pero cuidado, yo no pretendía hablar de esto cuando he empezado a escribir, lo que pasa es que me me he liado. Mira el título. ¿De qué crisis estamos hablando? Como iba diciendo, sí, hay una crisis económica. Pero yo también creo que esta crisis económica no es ni más ni menos que el reflejo de la crisis humana por la que estamos pasando. Crisis humana. ¿A qué me refiero con esto? Me refiero a la escasez de generosidad, me refiero a la falta de amabilidad, me refiero a que si estás tirado en la calle probablemente nadie te diga nada, me refiero a no demostrar cariño a tus familiares, me refiero al estrés de la vida moderna, me refiero a la carencia de valores, me refiero a la deficiencia de las relaciones humanas, impuesta por esta forma de vida de mierda que te obliga a trabajar para poder comprarte un piso porque a los treinta y pico todavía no te has emancipado, me refiero a esa fijación por lo material. Ahí está la crisis. Porque la económica se acabará cuando haya trabajo y dinero donde tiene que haberlo. Pero con esta otra, ¿qué coño hacemos?

jueves, 27 de agosto de 2009

VOY

Voy a revitalizar aquello que parecía adormecido, atontado, agilipollado, constreñido, castrado.

Voy a pintar un marco de escepticismo para luego borrarlo, y encima dibujar un país maravilloso donde los elefantes vuelan, las flores triunfan y el brillo se expande.

Voy a empezar a creer que es posible caminar sobre una cuerda, sin necesidad de que abajo haya una red.

Voy a tener que romperte la cara para que me enseñes la gran fuerza de eso que tienes ahí debajo.

Voy a tener que romper a gritar como un loco mientras se me saltan las lágrimas para decir de una vez todo lo que he callado durante todo este tiempo.

Voy a plantar un pie en el suelo, para luego plantar el otro, y después el otro, y después el otro, y después el otro, y después el otro... ¿cuántos pies crees que tengo?

Voy a plantar la mano en tu pecho descubierto y velludo para que me la cojas y me lleves donde tú quieras, pero no sé si te seguiré.

Voy a ver hasta donde llega esto, pero tampoco sin mirar mucho hacia delante porque si no se me cansa la vista y eso no es bueno y además
perdería
perspectiva

CERDOS


Una piara de cerdos volando se posan en tu piel, y te soban, y te agitan, y te lamen, y te penetran. Y te gusta.


¿Qué será esto que de vez en cuando siento entre las piernas, tirando hacia arriba? ¿Es luz? ¿Es color? ¿Es humor? ¿Es amor? ¿Es calor?

Los cerdos juegan a mi alrededor. Mientras uno de ellos se dedica a tirarme de los pezones hay otro que ya ha empezado a sorprenderme por donde yo no puedo ver nada. ¿Es grande? Sí. Qué bien.

Los cerdos me aplastan, me zarandean. Aunque cada vez los tengo mejor domesticados. Les dejo hacer lo que quieran, pero también les dejo hacer lo que quiero. Y si nos les gusta que se busquen a otro.

Los cerdos me dan mucho placer. Me gusta jugar con ellos. No hay nada como un cerdo con una buena entrepierna, que se deje lamer, y que esté deseoso de explorarte un poco más.

Adelante, cerdo. La puerta está abierta. Estoy deseando que entres y que salgas y que entres y que salgas y que entres y que salgas y que entres, así, con fuerza. Pasa ahí hasta el fondo, hasta que me salga por la boca. Déjame exhausto. Dámelo todo.