lunes, 31 de agosto de 2009

CAETANO


La magia de la madrugada, ambientada de música de fondo por Caetano Veloso. A veces me gusta imaginar la vida como una bossanova brasileña, llena de sensualidad, emoción y sensaciones agradables. Capturar esos momentos, meterlos en un frasco y abrilo en aquellos momentos críticos. Pero no, no todo siempre es así.


A veces la banda sonora es una camara de cuerdas absolutamente desafinadas, con un cierto encanto pero incapaces de ponerse de acuerdo, de ir al unísono, de crear una sola e inequívoca armonía que deleíte al oído. Lo bueno de esa cámara es que no altera en exceso, pero es una sensación de fondo un poco molesta, de esas que te gustaría que vinieran con un interruptor para poder darlo al ‘off’. Otras veces es un ‘bakalao’ con ritmo frenético que te golpea los oídos, que te marca el ritmo, que te obliga ir con la misma aceleración. Eso es horrible. Cuando las situaciones te envuelven de tal forma que tu cabeza ni siquiera cuenta con la lucidez suficiente como para parar y respirar hondo. Ya no es la cabeza. Es que uno está arrastrado de tal forma que ni si quiera se lo puede permitir.

‘Eleanor Rigby’ reinventada por Veloso. Me gusta. Creo que los Beatles me emocionaban más, con ese aire tan barroco y esa excelencia tan británica. Voilà. Esa sí se que era una cámara de cuerdas bien afinada y bien al unísono. Pero Veloso la da otro aire. Aunque la letra es la misma y sigue hablando de la soledad, porque probablemente ‘Eleanor Rigby’ es de las mejores canciones acerca de la soledad jamás escritas, la canción tiene otro aire. La soledad envuelta de sensualidad no es tan tremenda, parece que se digiere mejor. Los Beatles hicieron una versión exacta, precisa, barroca, emocionante y a la vez fría, muy fría. Veloso coge esa soledad y la desliza entre sus cuerdas, y te envuelve, y te hace pensar ‘vale, estoy sólo, ¿y qué?’

‘Para nadie’. Así se llama la canción que ahora versionea Caetano. Parece que al hombre le gustaban los Beatles. No era amor, era añoranza. Francamente no me veo en condiciones de hablar de pareja y tal. Es algo en lo que ahora no estoy en absoluto interesado. En fin, ya vendrán otros tiempos. De cualquier forma, estos no están nada mal.

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