Hoy ha sido un día en el que he pasado por unas cuantas emociones, no intensas pero sí varíadas. He pasado de la tranquilidad a la ligera preocupación, después a la despreocupación, posteriormente al arrepentimiento, a continuación al autocastigo, y de aquí al cabreo, y luego al ánimo, y más adelante a la ebriedad en su punto justo, después a la risa, y finalmente a la molestia.
Hoy he actuado. Muchas personas, las que me aprecian y las que me quieren, han ido a verme. Les he agradecido enormemente su presencia. Ver a tantas personas juntas, con cada cual un vínculo distinto pero todas ellas especiales, me ha resultado muy agradable. He tenido la emoción de una ruptura latente y ya difuminada por el tiempo, la devoción de unos recién casados, la ternura de la que siempre ha estado conmigo, la simpatía y reconocimiento de las que iban con ella, la vitalidad y la corrección de alguien que es presente, la amabilidad y el candor de una vieja amiga y compañera a media distancia. Todas ellas fueron a verme, expectantes, a ver como era aquello, a ver como me iba a salir. Algunas de ellas incluso venían de un poco lejos.
Creo que casi todas lo han disfrutado. Y a mí me han honrado con su presencia. Gracias.
Y de lo demás no voy a hablar. Por un momento, aunque solo sea por un momento, voy a meter "lo demás" en un cofre de madera, lo voy a echar al mar y ahí se va a quedar sepultado. Y me tragaré la llave.
Hoy he actuado. Muchas personas, las que me aprecian y las que me quieren, han ido a verme. Les he agradecido enormemente su presencia. Ver a tantas personas juntas, con cada cual un vínculo distinto pero todas ellas especiales, me ha resultado muy agradable. He tenido la emoción de una ruptura latente y ya difuminada por el tiempo, la devoción de unos recién casados, la ternura de la que siempre ha estado conmigo, la simpatía y reconocimiento de las que iban con ella, la vitalidad y la corrección de alguien que es presente, la amabilidad y el candor de una vieja amiga y compañera a media distancia. Todas ellas fueron a verme, expectantes, a ver como era aquello, a ver como me iba a salir. Algunas de ellas incluso venían de un poco lejos.
Creo que casi todas lo han disfrutado. Y a mí me han honrado con su presencia. Gracias.
Y de lo demás no voy a hablar. Por un momento, aunque solo sea por un momento, voy a meter "lo demás" en un cofre de madera, lo voy a echar al mar y ahí se va a quedar sepultado. Y me tragaré la llave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario