lunes, 31 de agosto de 2009

¿DE QUÉ CRISIS ESTAMOS HABLANDO?


Bueno, a ver, os voy a decir una cosa. Creo que nos estamos confundiendo con esto de la crisis. Sí es verdad que estamos atravesando una crisis económica de la hostia, también hay que decir que alimentada por los medios de comunicación, pero no vamos ahora a cuestionar su veracidad y su alarma social muchas veces exagerada porque esto sería harina de otro costal.

Creo que las intervenciones de Zapatero y Rajoy en este orden es de lo más curioso que he visto últimamente en la tele. Una amiga mía una vez me dijo que esta gente va a dejar el país hecho una puta mierda. Y ojalá se equivoque, pero tiene pinta de que no. Me ha encantado ver como ZP anunciaba a bombo y platillo una inversión millonaria para que los ayuntamientos lleven a cabo obras públicas, como remedio a las altísimas cifras del desempleo. ¿Cómo puedes decir ante la opinión pública que la solución es dejar tiesas las arcas del estado? ¿Realmente son necesarias esas obras públicas? ¿Y qué va a pasar cuando se acaben? ¿Qué sentido tiene estar contratado dos, tres, o seis meses si luego vas a pasar e engrosar las listas del paro? Yo no tengo ni puñetera idea de estas cosas, pero es una solución que se me queda coja por muchas partes.
Pero cuidado, yo no pretendía hablar de esto cuando he empezado a escribir, lo que pasa es que me me he liado. Mira el título. ¿De qué crisis estamos hablando? Como iba diciendo, sí, hay una crisis económica. Pero yo también creo que esta crisis económica no es ni más ni menos que el reflejo de la crisis humana por la que estamos pasando. Crisis humana. ¿A qué me refiero con esto? Me refiero a la escasez de generosidad, me refiero a la falta de amabilidad, me refiero a que si estás tirado en la calle probablemente nadie te diga nada, me refiero a no demostrar cariño a tus familiares, me refiero al estrés de la vida moderna, me refiero a la carencia de valores, me refiero a la deficiencia de las relaciones humanas, impuesta por esta forma de vida de mierda que te obliga a trabajar para poder comprarte un piso porque a los treinta y pico todavía no te has emancipado, me refiero a esa fijación por lo material. Ahí está la crisis. Porque la económica se acabará cuando haya trabajo y dinero donde tiene que haberlo. Pero con esta otra, ¿qué coño hacemos?

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